Salud y bienestar
Blog Condiciones psicológicas del entorno de trabajo 11 minutos

Burnout es igual a vivir con una monotonía muy intensa

Independientemente del ámbito de la vida del que estemos hablando. Cuando tu rutina se convierte en monotonía, al final terminamos viviendo en una burbuja, sin darnos cuenta que nos puede generar el burnout.

Pasar mucho tiempo trabajando en lo mismo y relacionándote con las mismas personas, día sí y día también. Ponernos en “piloto automático” durante un tiempo prolongado. Aguantar tanto tiempo con la misma manera de trabajar, o de hacer lo que sea, y en la misma rutina y monotonía de siempre. Alargar el tiempo en el mismo clima y ambiente laboral o personal. Y todo ello, bajo una intensidad importante.

Esa situación poco a poco nos hace crearnos una burbuja artificial, cegándonos y cerrándonos la puerta a cualquier cosa diferente o nueva.

¿Esta situación que puede generar?

  • Que nos sintamos estancados
  • Que no nos sintamos realizados
  • Que nos desmotivemos porque todo nos parece igual cada día
  • Que perdamos el interés en nuestras tareas (cualquier tipo de tarea)
  • Que eso nos quite cualquier gana de mejorar y de desarrollarnos; y vuelta a empezar.
  • Y así, en bucle y aumentando de intensidad, hasta que llegamos al agotamiento físico, emocional o mental, y a ese malestar al que llamamos Burnout.

En sí, el Burnout es causado por el estrés laboral crónico, padecido durante mucho tiempo. Sin embargo, no debemos confundir este término de estrés solo con ese que comúnmente conocemos como tener mucho trabajo, poco tiempo, plazos demasiado ajustados, etc El estrés en el trabajo va mucho más allá y no tiene que ver solo con el tiempo y la cantidad de trabajo como tal. Entran más factores como: el ambiente y clima laboral, las condiciones de trabajo, el desarrollo profesional y profesional,…

Es decir, el estrés es causado por un cómputo de cualquier factor que tenga que ver con experiencia del empleado/a desde el momento en el que pasa a ser parte de la organización. Puede ser causado tanto por una carga de trabajo excesiva, como por problemas de relación o problemas dentro de la familia o grupo de amigos/as, por problemas financieros, etc. Es más, nunca ocurre debido a un solo incidente, sino que es causado por una acumulación prolongada de razones.

¿Qué más genera en nosotros/as?

Podríamos decir que, para cuando nos damos cuenta, ya nos hemos metido tanto en el bucle que el Burnout. Es decir, ya ha perturbado nuestra salud y tranquilidad psicológica o mental. Para entonces ya no encontramos las fuerzas o los recursos necesarios para salir de ahí. Nos roba toda la fuerza de voluntad que necesitamos para ello. Nos crea cierta incapacidad para salir de esa burbuja hasta que los síntomas son totalmente evidentes y el Burnout ya se ha hecho un hueco en nuestra mente.

Es decir, nuestro cerebro cortocircuita, no dejándonos pensar con claridad y racionalidad y finalmente predominando nuestras emociones.

¿Cómo nos recuperamos del burnout?

Simple y claro: terapia o coaching específico para Burnout. No hay más. En estos casos de Burnout SIEMPRE debemos pedir ayuda inmediata a un/a profesional en el tema. Hacer frente al Burnout por nuestra cuenta o con ayuda no especializada en el tema será en vano e incluso empeorará nuestro estado.

Quedaos con lo siguiente: es importante pedir ayuda, pero igual de importante es que ésta sea de calidad.

¿Puedo solucionar el burnout por mi cuenta como algo adicional?

Paralelamente a la ayuda profesional y especializada que estemos recibiendo, hay varios aspectos en los que podemos insistir por nuestra cuenta (o por cuenta propia de la persona que haya padecido Burnout). Por ejemplo:

Mimarnos mucho más

Anteponernos a nosotros/as mismos/as en cualquier situación. Ponernos en primer lugar en nuestra lista de prioridades y preocuparnos menos por el trabajo en general. Especialmente o con más razón, si la empresa en la que trabajamos no es nuestra.

Enfocarnos en lo importante

Dejar de preocuparnos por el “ruido de fondo” que pueda haber. Concentrarnos lo suficiente en las partes del trabajo que realmente disfrutamos y hacemos bien. Centrarnos en nuestro trabajo y, si podemos, en lo que más nos gusta hacer.

Desconectar del trabajo

Alejarnos de nuestro trabajo, lo que podamos o en medida de lo posible. Simplemente detenernos. No responder A NADA a horas absurdas o fuera de la jornada, incluso si sabes la respuesta o si tienes algo que decir. No pasar horas fuera del trabajo pensando en el trabajo, desconectar de verdad y dejarlo todo para el día siguiente, etc.

Se lideres de nuestras vidas

Dedicarnos más tiempo a nosotros/as mismos/as, a actividades con amigos/as y familiares, a nuestros hobbies y pasatiempos, a nuestro ocio y entretenimiento, a nuestra salud (física y mental), a nuestra tranquilidad y descanso,… Dedicarnos tiempo a nosotros/as, y a lo que nos hace bien.

¿Y si no tengo pasatiempos saludables?

  • Y dedicar más tiempo y consciencia a descomprimirnos adecuadamente del trabajo al final del día, para no sentirnos estresados/as por el día siguiente.
  • Pensar que nuestro trabajo es una meta secundaria, una parte más de nuestro proyecto de vida. No es nuestro objetivo principal en la vida.

Y aunque sea nuestro objetivo principal en la vida, no vale la pena hacer todo lo posible por lograr los mejores resultados en el trabajo. Esa es precisamente lo que causa el agotamiento. ¿Para qué hacer de más si nos genera tanto malestar? Debemos saber distinguir si ese esfuerzo de 10/10 es realmente necesario, o si es suficiente con un 6/10.

Como si de una maratón se tratase. Todos/as sabemos la teoría de que siempre es mejor mantener un ritmo sostenible y correr con personas con las que nos sintamos cómodos/as, antes que empezar “a tope” y con los/as mejores y no aguantar.

Sal del mal hábito que te lleva al burnout

Pensar que la vida no es tan larga como para permanecer atrapados/as e inmersos/as en una rutina que ni siquiera nos agrada y mucho menos nos hace sentir bien. Quizás suene muy filosófico o espiritual, pero es la realidad. No podemos dejar que ese 50% de nuestra vida nos anule de ninguna manera, ni nos inunde. Debe ser otro aspecto más en nuestra vida que conviva pacíficamente con el resto, y que incluso retroalimente al resto.

Despreocúpate y te alejaras del burnout

Practicar el “care less” o incluso el «care very little, if at all». Empezando por desinvolucrarnos emocionalmente del trabajo, o no involucrarnos demasiado. Es decir, dejar de preocuparnos de más por el trabajo.

El trabajo debe estar al final de nuestra lista de preocupaciones; ni siquiera debe ser una prioridad. Somos conscientes de que esta afirmación no suena del todo bien, pero si no somos tan perfeccionistas ni exigentes y no nos preocuparemos tanto por si algo tarda más o menos de lo esperado, o no sale tan bien como creíamos, etc., marcará la diferencia en nuestra productividad. Y podremos trabajar y a la vez disfrutar, sin ese estrés de más (e innecesario).

¿Cuál es la importancia de tener un espacio seguro para alejarte del burnout?

Debemos tener un área segura para nosotros/as mismos/as, libre de estresores, frustraciones y cualquier factor angustiante. En resumen, un espacio libre de cualquier factor que no nos haga sentir cómodos/as, que nos permita relajarnos y recuperar el control, sin presión ninguna. Un espacio que nos permita apagarnos, descansar y reiniciarnos.

¿Qué podemos hacer por las personas que estén pasando por episodios de burnout?

La fidelización para el burnout

  • Centrarnos en las fortalezas de nuestros/as empleados/as.
  • Reconocer sus valores y metas.
  • Facilitar la confianza y las relaciones interpersonales con sus compañeros/as de trabajo.

El Engagement hace que los/as empleados/as se conecten adecuadamente con su trabajo, haciendo que no lo perciban como algo estresante ni demandante, sino retador y posibilitador de una realización personal. El Engagement hace que la persona disfrute en su trabajo y en su día a día.

El reconocimiento para el burnout

Está demostrado que, a mayor autoconfianza, menos Burnout habrá. Esta autoconfianza podemos fortalecerla ofreciendo un apoyo continuo a nuestros/as empleados/as y mediante el reconocimiento de su trabajo. Es increíblemente importante hacerles saber que somos plenamente conscientes del trabajo que realizan cada día, del tiempo que dedican y del esfuerzo que hacen para sacar los resultados adelante; y no solo eso, sino de que también lo valoramos.

Podemos hacerlo fácilmente mediante un feedback continuo y bien planificado de su desempeño y su trabajo, por ejemplo. Así nos obligamos a nosotros/as mismos/as a darnos cuenta de ese esfuerzo que realizan cada día, y a no pasarlo por alto.

Seguramente demos por hecho que el trabajo bien hecho es lo básico y mínimo, y sea por ello por lo que no nos damos cuenta de reconocerlo. Pero ese trabajo habitual, monótono y de cada día, también hay que reconocerlo; no solo los logros más impresionantes y los éxitos.

La empatía para el burnout

Siempre debemos tener presente la creencia de que debemos separar lo profesional de lo personal. Sin embargo, en estos casos como es el del Burnout, como responsable de la persona que ha padecido o está padeciendo Burnout, debemos personalizar la situación. Es el momento de demostrar lo que la persona vale para nosotros/as, y debemos estar implicados/as con su situación y conocer e interesarnos por su estado y sus necesidades, y de esa manera cubrirlas. Debemos estar activamente implicados/as en todo ello, hacerle saber cuán importante es para nosotros/as su bienestar y mejoría, y hacerle ver que estamos ahí para lo que necesite.

¿Cómo debe ser la empatía?

  • Me pongo en tu lugar e intento entender tu situación.
  • No puedo entender a la perfección lo que tú sientes pero intento ponerme en tu lugar.
  • Quiero y voy a ayudarte.

El seguimiento para el burnout

Lógicamente, deberemos hacer un seguimiento exhaustivo del nivel de estrés de nuestro/a colaborador/a en cuestión. Ahora que vivimos completamente en un mundo tecnológico, además, nos será mucho más fácil y llevadero. Incluso existen rastreadores de estrés, que nos permiten conocer los patrones y comportamientos de estrés personal de la persona.

También debemos fijarnos en los factores estresantes o los factores detonantes del estrés, ya sean situaciones, acciones o personas. Cualquier factor puede ser el que le provoque malestar. Debemos identificarlos con claridad para tratar de evitarlos o prevenir ese malestar (en caso de que el factor no se pueda evitar).

Ser parte de ese espacio seguro del que hablábamos para el burnout

Puedes conseguir ser la persona a la que acuda cuando el/la trabajador/a no se sienta seguro/a. O por lo menos, puedes intentar que se cree una red de apoyo para él/ella, en el equipo o entre sus compañeros/as más afines. Esto le será un gran apoyo para aliviar el estrés y que sientan que pueden contar con esa ayuda y ese apoyo que necesitan.

Facilitar la conciliación entre vida profesional y personal para el burnout

Es decir, facilita que puedan compaginar bien su trabajo con su vida personal.

Puedes, por ejemplo: ofrecer (más) días de teletrabajo a la semana, flexibilizar los horarios de entrada y salida, adaptar las expectativas y los objetivos laborales, implementar acciones de desconexión digital (para obligar a la persona a no alargar su jornada), etc.

En definitiva, el burnout es un síndrome de agotamiento profesional, despersonalización y reducción del rendimiento que afecta a trabajadores de diferentes ámbitos y puestos. Puede tener graves consecuencias para la salud física y mental de las personas que lo padecen, así como para la calidad del trabajo y la productividad de las empresas.

Es importante que se tomen medidas para prevenir y tratar el burnout, tanto a nivel individual como a nivel organizacional. Esto puede incluir la implementación de estrategias de gestión del estrés, la promoción de un equilibrio adecuado entre vida laboral y personal, y la fomentación de una cultura de apoyo y respeto en el lugar de trabajo.

En resumen, el burnout es un problema serio que requiere atención y acción inmediatas para proteger la salud y el bienestar de los trabajadores y mejorar la eficiencia y productividad de las empresas.